La melanina es un pigmento que se encarga de darle color a nuestra piel, ojos y cabello y cumple la función de proteger a las células del daño causado por la radiación ultravioleta (UV) del sol.
Los melanocitos son las células que producen la melanina. El número de melanocitos es casi el mismo en todas las personas, solo que la capacidad de producir melanina sí puede variar según la genética y es la razón de las diferencias en el color de la piel.
Ahora bien, quiero que entendamos algo muy importante. Cuando los rayos ultravioletas producidos por el sol o por una cámara de bronceado llegan a tu piel, los melanocitos los identifican como una amenaza, el cuerpo se defiende y busca protegerse generando más melanina, la cual actúa como un filtro natural. Eso quiere decir que, tu piel sufre el daño y luego, se broncea. Entonces, considera algo: por más “hermosa” que luzca tu piel, broncearse no es sano para ti.
Por eso, ante la exposición al sol y para evitar daños en la piel como su envejecimiento prematuro o cáncer, es imprescindible cuidarla usando protector solar. ¿Cómo escoger un buen producto o que sirva para tu tipo de piel?
Hay muchos productos excelentes que pueden ayudar a cumplir con esta función tan indispensable, existen muchas marcas que responden a las necesidades de cada persona, sin embargo, siempre es recomendable preguntar a tu esteticista o experto de confianza para que te asesore y elijas un protector solar que realmente cumpla con tus expectativas y con las particularidades de tu piel. También puedes tener lo que te menciono a continuación.
El factor de protección solar (SPF) indica el tiempo que una persona puede permanecer expuesta al sol sin quemarse. ¿Un ejemplo? Aquí les va. Si una persona sin protector solar empieza a quemarse después de 10 minutos, el uso de un protector solar con un SPF 30 le permitirá permanecer en el sol sin quemarse durante 300 minutos. Sencillo, ¿verdad?
¡Importantísimo! El protector solar hay que usarlo cuando estemos expuestos al sol y cuando no, también. Es de uso diario, salgas o no salgas de tu casa. Así que, si aun no hace parte de tu rutina, inclúyelo, verás cómo tu piel cambia de manera positiva.